El próximo Domingo, 23 de noviembre, se celebra la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo; cerrando el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
La fecha varía cada año porque se celebra el último domingo del año litúrgico, antes de Adviento
Este año tiene una significación especial, ya que se conmemora el centenario de la institución de la fiesta por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925, con el objetivo de motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.












