Hoy, Miércoles de Ceniza, iniciamos la Cuaresma, tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
"La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto" (Catecismo de la Iglesia Católica, 540). Proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales, con la purificación del corazón, una práctica perfecta de la vida cristiana y una actitud penitencial.
Para este tiempo se ha vestido a la Santísima Virgen de la Estrella con sencillos ropajes, con ausencia de joyas y flores. Invitando a todos los hermanos y devotos a prepararse en este tiempo litúrgico.
ORACIÓN
María, Señora de la Cuaresma, en este camino de cuarenta días, te invoco con alegría, esperanza y confianza para que Tú, la primera creyente en Cristo, me ayudes a vivir este tiempo de oración y penitencia bien preparado para llegar purificado y renovado en el espíritu, al gran misterio de la Pascua de Tu Hijo.
En este tiempo, María, ayúdame a profundizar como hiciste Tú en la Palabra de Dios, a ser más constante y fiel en la oración, a retener y meditar en lo más profundo de mi corazón todo lo que el Padre quiere transmitirme.
Concédeme, María, la fuerza para responder cada día a la llamada de Dios con autenticidad y responsabilidad.
Ayúdame, María, a seguir los pasos de Jesús, a ser como Él, a crecer en la cosas de Dios, a aumentar mi fe, a esperar en la esperanza y a vivir en el amor.
Gracias, María, por caminar junto a mi en el camino de la Cruz.