Marmolejo, Jueves Santo nueve de abril de dos mil veinte.

Querido/a hermano/a y devoto en Nuestro Padre Jesús Nazareno,

Ya es Jueves Santo, y en pocas horas… nuestra anhelada “MADRUGÁ”. En unas horas estaremos acompañando a nuestras Sagradas Imágenes Titulares en oración, sacrificio y austeridad, uniéndonos a Nuestro Padre Jesús Nazareno,paciente…, y a su Excelsa Madre de la Estrella con su corazón traspasado por el dolor. Y esta noche no será una excepción…

En esta Madrugada Santa, los hermanos y hermanas de Jesús haremos nuestra estación de penitencia uniéndonos como cada año a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que carga con su cruz, esa cruz que es la de todos nosotros, para acompañarlo en su camino al Calvario, y Él nos ayudará como siempre lo ha hecho con las nuestras.

Podríamos pensar que este año han tomado nuevos aspectos o dimensiones, pero no debemos afligirnos, contamos con el mayor apoyo, JESÚS NAZARENO.

Con toda seguridad, esta desgraciada pandemia nos haya hecho tomar conciencia, de una manera tan cruel que jamás hubiésemos imaginado, de todas esas cruces que mirábamos pero no veíamos, porque por suerte no nos había tocado sentir su peso, pero que a día de hoy,sin duda alguna vemos muy de cerca, y nuestra respuesta solo puede ser una : abrazarla y cargarla como Tú , siguiendo tu ejemplo.

Estoy convencido, que ante la magnitud de lo que estamos viviendo, no es nada extraño que a más de uno nos asalte la duda, que gritemos en nuestro interior, como el mismo Jesús Nazareno, “Dios mío por qué me has abandonado” . Y sea ese el justo momento en que abracemos nuestra medalla de hermandad, para recordar lo que nos trajo a postrarnos a sus pies, a adquirir el compromiso de seguir su ejemplo con la confianza de que Él será nuestro guía en los tiempos de sombra como el que ahora atravesamos.

En esta tarde, os invito a que tomemos fuertemente nuestra vieja medalla grabada con su silueta, y su cordón de seda morado y amarillo, encomendándonos más que nunca a Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Que lo hagamos participando en la celebración de la Misa de la cena del Señor, cada uno desde donde estemos, desde las distintas retransmisiones a través de las redes sociales, unidos en comunión TODOS LOS HERMANOS, los que somos, fuimos y seremos, unidos con toda la Cristiandad, pidiendo al PADRE que ayude a quienes más lo necesitan en estos momentos.

Participemos de los oficios del Viernes Santo y la Vigilia pascual del sábado, en la que celebraremos que Cristo Resucitado venció a la muerte, como sin duda alguna con su ayuda, venceremos a esta plaga que hoy nos asola.

En vísperas de la MADRUGADA SANTA, os deseo buena estación hermanos…

Ponemos a los pies de Nuestro Padre Jesús Nazareno y en las manos de la Madre, Nuestra Virgen de la Estrella, nuestras peticiones e intenciones. A Él y a su Santísima Madre, pido que os bendigan y protejan especialmente, a todos vosotros, a vuestros familiares y a todos los devotos que a Ellos se encomiendan.

  

Ánimo, Fe y Esperanza.