Comienza el Triduo Pascual, con la celebración de la Eucaristía, que como anticipación de lo que viviremos en estos próximos días. Jesús nos deja el pan y el vino que serán su presencia para siempre en medio de la comunidad, y, a las vez, con el lavatorio de los pies nos invita a vivir con una entrega a los demás parecida a la que él vivió.
El JUEVES SANTO, una vez celebrada la Eucaristía de la Cena del Señor, tras su finalización, acompañábamos el cuerpo de Cristo hasta el Monumento.
Fotografías: Pedro Antonio Jurado