El pasado Domingo, 12 de noviembre, se celebró el Día de la Iglesia Diocesana, este año bajo el lema "Orgullosos de nuestra Fé". Un Día de fiesta, de celebración, en el que “recordamos y agradecemos nuestra pertenencia a una comunidad cristiana”. Y un Día para el agradecimiento y para tomar conciencia de que somos miembros de una gran familia. Lo que la Iglesia hace “es gracias al tiempo, las cualidades, la oración y el apoyo económico de todo el pueblo de Dios”.
Con el lema de este año, el secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia se sitúa en una realidad: en el contexto social actual no es fácil reconocerse como creyente en muchos ambientes. Así, invita a quitarse ese “sentimiento” de “cierta vergüenza” para “mostrar; Orgullosos de nuestra fe; lo que somos y lo que hacemos, con humildad, convencidos de que Cristo y el Evangelio hacen de este mundo un lugar mejor”.
Por eso, cada año, el Día de la Iglesia diocesana pone en marcha esta Campaña para reforzar ese sentimiento de pertenencia de los creyentes y para “tocar” su corazón, también el de aquellos que, por distintas circunstancias de la vida, se han alejado de la práctica religiosa. Porque la celebración y la vivencia de la fe son un motivo de alegría en un mundo sediento de esperanza. También es una oportunidad para reconocer y agradecer todo el bien que hace la Iglesia.
Por todo ello, las coletas de las Misas de ese fin de semana fueron destinadas a dicha causa. Nuestra Hermandad una vez más, se ha sumado a dicha campaña, y por medio de nuestro Presidente, en nombre de todos los hermanos, hizo entrega de un donativo destinado a dicha causa.